La temporada 2007 de la Fórmula 1 ha terminado: ¡gracias a Dios!

Ahora que ha terminado la temporada 2007 de la Formula 1, por cierto de la forma más azaroza imaginable, alguna opinión debe vertir cada aficionado serio de este deporte a propósito de los eventos ocurridos durante estos innecesariamente tensos meses.

A diferencia de la temporada 2006 en dónde la tensión estuvo en el pugilato Schumacher versus Alonso alimentada por las circunstancias, hechos y resultados de cada carrera dentro de un ambiente de competición que hacía recordar los match-ups de Senna y Prost (un post mío anterior da testimonio del placer vivido), este año sólo ha brillado la cara más negativa de la Formula 1, el de la ambición sin control, resaltada por un desempeño técnico muy mediocre y la irrupción del amarillismo carroñero de ciertos medios atraídos por unos pocos individuos quienes exhalaban la hediondez de las podredumbres en las que habitaban sus actuaciones.

Me refiero en específico a conocidos personajes de Vodafone McLaren Mercedes quienes secuestraron la elegancia del deporte con sus niñerias, por lo que esta temporada, hay que admitirlo, es una temporada perdida.

De ella el fanático avanzado no pudo extraer ningún aprendizaje significativo, dado que los medios que nos alimentan no tuvieron el espacio para suplir los análisis con datos técnicos de profundidad, estando ellos obligados a cubrir cada escándalo semanal, que no eran posibles de poner a un lado, porque casi la mayoría de éstos prácticamente ponían en riesgo la temporada misma.

¿Cuál ha sido el impacto real de sólo usar una única marca de neumáticos? ¿Que tan útiles han sido las medidas para abaratar el deporte? ¿Cómo ha sido el desempeño de la logística de la Gerencia de la F1 durante cada Gran Premio del año? ¿Cómo evaluar, en positivo o en negativo, los inventos de Toro Rosso y Red Bull? ¿Cuál es la innovación del año? ¿Qué esperar de las medidas que se tomaron para implementarlas a partir del 2010 sobre el uso de un sólo motor para varias carreras? ¿Qué esperar para el año próximo?

Estas preguntas y muchísimas otras más fueron puestas a un lado por el pugilato inmaduro de un Alonso, que hasta ahora no muestra madera de convertirse en un líder del deporte sino ser un sujeto depositario de simple buena suerte, y Hamilton que al parecer fue el más maduro de los dos justamente por ser el más joven y estar en su año de debut. Ni hablar de la novela de espionaje que se convirtió en Watergate mediante Alonso (¡otra vez él!) haciendo el papel de 'Deep Throat', que fue el ariete que terminó de echar por tierra los simientos competitivos de la temporada de un deporte normalmente maravilloso.

Pero los chismes de las lindezas del equipo Vodafone McLaren Mercedes de hoy día, mandatarias por cierto una de las Escuderías más gloriosas y fascinantes que ha honrado a este deporte partiendo desde el palmarés del mismísimo Bruce McLaren, no se detienen con la coronación de Raikonnen y Ferrari.

Ahora el rumor apunta hacia la desaparición de McLaren como escudería, así escapando a la multa de cien millones de dólares por su condena por espionaje y competir entonces bajo el nombre de su escudería menor (un equivalente a equipo de segunda división) llamada Prodrive que iniciará sus operaciones para la Temporada 2008.

Resumiendo: ¿qué nos ha dejado esta temporada 2007?, pues simples ganas de olvidarla.